Las gafas de Pessoa y otros poemas
Por Aitor Francos
Publicado en nº 3 (Primavera 2017)


LAS GAFAS DE PESSOA

Ver es estar dentro, en el propio límite
del universo y en la intimidad del origen,
al mismo tiempo.
Cruzar entre sí las ramas, y mezclar lenguaje
e idea,
sin que haya en la creación diferencia
alguna entre ambas cosas.
Más: poder rechazar
lo que nos falta.

Las imágenes del poeta hacen
a las lentes semejantes, pero no iguales.
Se compenetran unas con las otras
pero todas, por separado, mantienen viva
su independencia.

Mas si no hay ese doble encuentro en la mirada
con la cosmogonía de los ojos
el despertar de la luz no será
lo suficientemente claro como
para crear conciencia.


 

MEDIODÍA

El tiempo se ha posado como un pájaro
dudoso y hueco
a la sombra que doy.
Así, el estímulo de su oración
reverdece con sagrado alboroto
el saber de las aguas.

Dueño ya del mundo, desde el origen
mismo me siente la intimidad del universo.



EL PINTOR

La sangre que bebemos, amor,
la escupí tantas veces que ni recuerdo su origen.

Víctor Crémer

No es la primera vez que tantos cuerpos se unen para pensar.
Debemos encontrar el fuego
       con palabras.
Nombres escritos sobre la corteza de los troncos asimétricos, que no tienen  
      voluntad de curvarse
sobre la piel tersa y firme de un poema inexistente.

Todos los ojos están cansados de ser míos.

No será otro cuerpo el que aprobará mi condición de extranjero;
     no bastará un juramento al pie del diluvio.
Ver es el único acto de amor permitido.
Compartir la ceguera de unas manos cercanas.

No será otro cuerpo el que aprobará mi condición de extranjero.
No será otro cuerpo buscando la muerte en un pasillo interminable.

Pensar en el fuego es la forma más pura de deformar la realidad.


Del libro inédito Las gafas de Pessoa